Club Patinadores de Sevilla, en colaboración con otras entidades locales, formó el pasado sábado 23 de abril la cadena de patinadores más larga del mundo en el Charco de la Pava, convertida para la ocasión en una base de patinadores venidos de varios puntos de España. Tres meses de preparación han bastado para, a falta de enviar las evidencias a la franquicia inglesa, estampar el nombre de Sevilla en el libro Guinness de los récords.
El acto consistía en formar una fila de patinadores, todos agarrados de la cintura del siguiente, y recorrer, del primero al último, 400 metros sin soltarse. Singapur ostentaba el último récord mundial con 280 patinadores, pero Sevilla ha encadenado una fila de 322 patinadores de unos 300 metros de longitud, según el recuento de los técnicos, tomando con éxito el relevo a la ciudad de San Francisco, donde tuvo lugar el último intento fallido.
La proeza comenzaba sobre las 11:00 horas de la mañana cuando unos treinta patinadores salieron con aires festivos desde Puerta de Jerez hacia el Charco de la Pava. Allí, los últimos rezagados se arremolinaban con ilusión a la mesa de inscripciones mientras un despliegue de personal y avituallamiento les esperaba a punto en una jornada amenizada con música y juegos infantiles. A media mañana se practicaron varios ensayos. Se procedió al primer intento pasadas las 16:00 horas. «No empujes, no impulses; ante la duda, déjate llevar», era la instrucción más repetida por los técnicos al compás de un tambor rociero para evitar el temido efecto “acordeón”.
Cinco policías locales y cinco bomberos han actuado de comisarios para asegurar la buena marcha del acto y comprobar que se han cumplido los requisitos fijados por Guinness.
A la segunda fue la vencida
El “gusano gigante” se partió por la mitad debido a la caída de un patinador cuando la cabeza ya había rebasado la línea de meta. En todo caso, el intento ya estaba invalidado porque, según los comisarios, se cometieron ciertos fallos antirreglamentarios como soltarse de la cintura. Los patinadores repitieron el ejercicio y, esta vez sí, se completó de manera impecable. La euforia se desató al grito de “¡Yo soy Guinness!”
La documentación de los comisarios se unirá a las evidencias recabadas por los testigos del Institutos Municipal de Deportes (IMD) y serán enviadas a la organización británica para su posterior reconocimiento dentro de dos meses. Hasta entonces la hazaña no quedará oficialmente consumada.
El promotor del evento, Daniel Cañete, agradece la “increíble participación” que ha recibido el acto. “Sólo hemos pretendido fomentar el patinaje y homenajear a lo que tanta diversión ha dado a los patinadores, el gusano, ahora sí podemos afirmarlo, más largo del mundo”.
El presidente de Club Patinadores de Sevilla, Miguel Ángel Vázquez: “Este evento vuelve a poner el foco en Sevilla como referencia internacional en movilidad sostenible. Pocos saben que hace dos años fue elegida la cuarta mejor ciudad del mundo para moverse en bici y patines. Hay que luchar por mejorar la red de carriles bici”.